En
uno de nuestros artículos pasados hablamos de festival Wynwood Walls en Miami,
y como este festival ha hecho del arte urbano una herramienta no solo para
pintar grandes superficies, sino también para gentrificar y desplazar a los
residentes de bajos recursos y los marginados, asimismo, destinar el arte para denuncia una
zona degradada de la ciudad buscando recalificaciones que generalmente llevan a
la especulación inmobiliaria. Lo lamentable, es que existan una gran cantidad
de proyectos que buscan volverse atractivos para los turistas y la nueva clase
media a través de arte urbano que solo persiguen un proceso de gentrificación y
reacomodo inmobiliario.
El
arte urbano anteriormente considerado como vandálico, ha demostrado ser más
efectivo y persuasivo para lavarle la cara a un espacio urbano determinado,
como también ha servido para dar a conocer e impulsar culturalmente a pueblos y
pedanías, lo que ha
ayudado a evitar el deterioro y el olvido que sufren muchos pueblos y pequeñas
ciudades debido a una economía debilitada y/o la disminución de su población. Cabe
resaltar que este tipo de festivales urbanos se han hecho comunes en pueblos de
España e Italia.
Desde
luego, hay festivales excepcionales y probablemente el festival Bien Urbain,
que se realiza desde 2011 en Besançon, Francia, es uno de ello. Este festival, obviamente,
cuenta con habitual producción de murales como muchos otros, la diferencia
radica, es que este festival consiente la residencia de los artistas en la
ciudad durante un plazo considerable, para que establezcan una relación directa
con los residentes, asimismo, puedan desarrollar experimentos fundamentados en
el contexto local y desde luego, producir redes de obras diseminadas por el
paisaje.
Postal de la ciudad de Besancon |
Besançon
que es una pequeña ciudad localizada al este de Francia que no supera los 150
mil habitantes. El año pasado entre el 8 de junio y el 8 de julio celebró su
octava edición del festival con una serie de murales públicos, instalaciones,
intervenciones, proyecciones y exposiciones. Ahora mismo, la novena edición va
tomando formas anunciando a los artistas que vendrán por el blog del festival
que nuevamente tomara las calles de la ciudad buscando la sorpresa de los viandantes
con creaciones inusuales como la que utilizaron su interactividad el año pasado
para simplemente abordar el absurdo de nuestras situaciones cotidianas.
Actualmente,
muchos de los festivales urbanos han pasado de ser arte urbano a ser una mera muestra
de murales descomunales. En el caso concreto de Bien Urbain que no es un
festival de arte urbano sino un festival de arte público sin llegar a la escala
Munster Project que se celebra en la ciudad alemana de Munster. Bien Urbain si
bien contempla que los artistas invitados trabajen en murales de gran escala, se
mantiene fiel a su propia filosofía de mantener las cosas frescas y
emocionantes en el piso donde tenga contacto directo con el espectador y todas las categorías de las artes son aceptadas como performance, arte sonoro, digital, etc. Este
festival entiende que el arte no es para solo ser contemplado y que el arte
modifica nuestra percepción del mundo, tanto en lugares culturales como esos
espacios de la vida cotidiana, de hecho, los artistas que participan en este festival deben realizar una obra acompañados por alumnos de unos de los liceos a manera de clases tutoriales de arte y civismo. Por ello, el comisario del proyecto de este 8va
edición, Brad Downey y los organizadores tuvieron como objetivo dar un nuevo
lugar al arte en el corazón, abordando como tema los absurdos de nuestras
situaciones cotidianas para colocarlas en la esfera de lo público.
Los
artistas en este festival están invitados a trabajar libremente en calles,
parques, paredes, el lechos de los ríos locales, en fin, todo es intervenible. La idea es crear
obras atrapen y sorprendan tanto a organizadores, como a residentes y turistas quienes
descubrirán estas extravagantes obras de arte en los distintos espacios urbanos
de la ciudad. Los participantes de este año completaron una serie de
excepcionales obras de arte efímero y permanente que sorprendieron e intrigaron
a los observadores. Algunos de los favoritos de los viandantes fueron las
instalaciones de "Dancing umbrellas" y "Rolling Stones" de
Deana Kolenčiková, un castillo de cartón muy temporal de Olivier Grossetête, la
instalación de kite de Igor Ponosov que juega con la idea de la deconstrucción
de retratos, las audaces declaraciones de cambios socioeconómicos de John
Fekner. El juego colorido de Helmut Smits con la arquitectura local clásica o
la serie fotográfica de policías antidisturbios de Brad Downey en situaciones
atípicas. La lista completa de participantes incluye a Jazoo Yang, Christian
Eisenberger, Julien Fargetton, Vladimir Turner, Somaticae, Cie la Méandre,
Yevgen Samborsky, Santiago Sierra, Brad Troemel y Jerome Fino.
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