viernes, 15 de mayo de 2020

MIAU: Museo inacabado del arte urbano o una historia loca de convertirse en magia.




En varias de nuestras notas pasadas, se había tocado el tema del arte urbano como el motor principal para la reinvención de muchos pueblos olvidados o barrios marginados de las grandes ciudades. Paises como España, Francia, Italia o Polonia han tenido agradables experiencias al realizar evento de arte urbano en sus pueblos con buenos resultados. Es por ello que nuestra nota hablara de la notable experiencia artística y social que ha revolucionado el mundo del arte callejero denominado MIAU o Museo inacabado del arte urbano que ha permitido a los vecinos del pequeño pueblo de Fanzara recuperaran la convivencia que se había perdido.


El pueblo de Fanzara es un pequeño paraíso natural a las puertas del Parque Nacional de la Sierra de Espadán en Castellón, España. Donde apenas hay dos bares, una panadería, una pequeña tienda de ultramarinos, una ermita, una peluquería y mucha gente de edad avanzada. Un día hubo un proyecto del Ayuntamiento para instalar en el pueblo un vertedero de residuos tóxicos y peligrosos. Y aquello fracturó la convivencia del pueblo en dos bandos: los que se oponían y los que estaban de acuerdo. Hubo familias que se dejaron de hablar; grupos de amigos que se separaron; denuncias entre vecinos… la convivencia se hizo absolutamente tóxica pero tambien caóticamente desvastadora para personas que se conocían de toda la vida, pero luego pasó a ser un pequeño pueblo de la costa del Levante, donde los artistas y el arte ayudaron a la catarsis de recuperar la convivencia entre vecinos, nadie apostaría que la historia de Fanzara pudiera reinventarse desde sus paredes, ni mucho menos que dos personas que habían dejado de hablarse pudieran reencontrarse gracias a un mural.



Es probable que no haya viaje más largo que el de una pared pintada contando la historia en presente de un viejo pueblo que no tenía futuro, desde luego, la de sus vecinos, reinventados, reencontrándose, son los anfitriones a la vez de los guías de ese pueblo. Por lo tanto, esta pasó a ser una de esas historias locas por convertirse en magia, donde un pueblito de Castellón con un aproximado de 285 habitantes llega a posee un museo inacabado de arte urbano que edición tras edición llena de colores, gente y alegría las calles. Un museo llamado el MIAU (así como lo del gato), de hecho, este museo es un gato merodeador que se vale de las fachadas de las casas, los vecinos y los artistas.


Afortunadamente, el Arte Urbano ha sido una fórmula para recuperar la convivencia de un pueblo, ala vez de ponerlo en el mapa. En una de las primeras intervenciones artísticas del MIAU, se realizó en las paredes del taller de uno de los vecinos del pueblo, la intervención consistía de unas manos gigantes, montañosas, desgastadas, este mural fue realizado por el colectivo italiano FX, después de pasar la tarde con el dueño del taller, al cual, le preguntaron: “¿Cómo te has ganado tú la vida?”, la respuesta: “Yo, con estas manos”. Y ellos pintaron, las manos como símbolo de la dureza del mundo rural, del trabajo en el campo, de la historia de ese pequeño pueblo.


Este museo de arte urbano está hecho de murales, pero tambien de conversaciones, de encuentros, de hospitalidad. Esa fue la idea, la propuesta de una solución, que ganó en aquel momento cuando mucha gente del pueblo ya no se hablaba. “Creíamos que intentar juntar a dos personas que se llevan mal así porque sí, iba a ser muy complicado. Recurrimos a los artistas un poco como conejillos de indias, al colocarlos entre dos personas que no se llevan muy bien. Nos parecía simplemente que podía funcionar, no es que hubiera un estudio sobre el que basarnos. Solo intentamos que el artista actuara como un intermediario entre los vecinos”, suele explica Javier López, fundador y organizador del MIAU.


Fanzara es un pueblo donde la media de edad está en por encima de los 65 años y tener un museo al aire libre, donde los expositores serían las fachadas de sus casas y donde se acogerían a cualquier artista que, de manera voluntaria, quisiera mezclarse con ellos y exponer su obra. Los comienzos no fueron fáciles para d este museo de Arte urbano. Fueron tres años intentando encontrar al menos un artista interesado en participar. Finalmente, consiguieron acercarse al colectivo Mur-murs, de Menorca, dedicado al arte urbano, que les ayudó a presentar la idea a los artistas. Y de pronto, en solo tres meses, habían conseguido la participación de 21 artistas, entre ellos, artistas reconocidos como Deih; Julieta Xlf; Escif, ‘el banksy valenciano’; Hombrelópez o Susie Hammer, entre otros. Cada año, a mediados de septiembre se inaugura una nueva edición del museo MIAU.


La historia del MIAU cuenta que al principio en su primera edición solo tenían cinco paredes cedidas por el Ayuntamiento y otras cinco de los vecinos, pero al ver la calidad de las obras, más y más vecinos ofrecieron sus fachadas”.


Precisamente por el entusiasmo creciente de los fanzarenses por el proyecto MIAU hizo que este proyecto fuera creciendo, ahora son los vecinos sus propios curadores, son los que acoger a los artistas en sus casas y asumen las tareas de organización, además empezaron abrir sus casas para acoger talleres y visitas guiadas durante todo el año y, hoy en día, no hay fin de semana que el pueblo no se llene de turistas con cámara. En Fanzara solo hay un colegio con a penas 14 estudiantes, pero el pueblo a menudo está lleno de niños, autobuses llenos de personas que llegan para hacer talleres, para ver los murales en las paredes. Eso también es vida para el pueblo. La localidad se ha reinventado desde aquel 2015, ahora ve su futuro estampado sobre sus paredes, ya son 160 murales, sin sumar la decena que incorporará con las nuevas ediciones.


Las 160 obras que tejen a un museo sin paredes y a cielo abierto, son las que atraen cada año a miles de espectadores de toda España y de todo el mundo, ellos alimentan el tejido comercial y turístico de ese pequeño pueblo cada fin de semana. Se estima que los visitantes superarían en mucho las 40.000 personas. Para las personas detrás del MIAU es muy importante que el museo siga respetando los ritmos de sus obras más preciadas, las personas. “Todo esto durará hasta que los vecinos quieran que así sea, porque el proyecto depende de ellos, al igual que del voluntariado de los artistas”. Aquí todos tienen claro que no se trata de escalar hacia arriba, sino de ganar profundidad: “El proyecto abierto a cualquier artista que desee participar pero sigue siendo un proyecto pequeño y sostenible, donde la idea no era pintar todo el pueblo sino un proyecto de convivencia”alegaría uno de los promotores.


De manera insospechada, aquella primera experiencia también sirvió para poner el pueblo muy alto en el panorama artístico mundial. The Visitor, revista especializada catalogó la intervención del artista valenciano Deih, como una de las 20 mejores intervenciones del mundo.. Hoy en día, la experiencia artística de Fanzara es conocida y reconocida en todo el mundo. Por el pueblo no han dejado de pasar artistas de primer nivel como Axel Void, Bifido, Boa Mistura, Carlos Callizo, Dan Ferrer, Jofre Oliveras. Elsa Guerra, Sabotajealmontaje, Alberto Montes, Diddi David o Doa Ocampo por nombrar solo españoles. También han pasado artistas de otros países con intervenciones en directo, tales como: Colectivo Licuado (Uruguay), Jacoba Niepoort (Dinamarca), Koz Dos (Venezuela), Monkeybird (Francia), Mono González (Chile), Nuno Alecrim (Portugal) y Anna Willow (Reino Unido).


Para más información de este festival @Miaufanzara

miércoles, 13 de mayo de 2020

Vhils: el arte de dejar hermosas cicatrices en las ciudades.








Las ciudades portuguesas han estado muy abiertas y proclives al arte urbano en estos ultimos años, quizas, esto se deba al artista urbano portugués Alexandre Farto mejor conocido como Vhils, que sin dudas, es el mayor exponente del arte callejero en su país, además el dueño de un tipo de expresión artística que mezcla de arte urbano con la escultura, dejando rostros esculpidos que como hermosas cicatrices atrapa a los viandante ahora atrae también a galerías y museos del mundo.



Vhils artista luso nacido en Lisboa, 1987. Sus primeros grafitis los realizó con 12 o 13 años en su Seixal natal y también estampó su firma en trenes. Y a partir de los 16 comenzaría a explorar otros caminos siempre fundido al espacio público", Tras ese paseo por el vandalismo se puso en contacto con una galerista lisboeta, Vera Cortés, que desde el inicio le dio su apoyo y le ayudó a crecer, ahora Vhils con un equipo formado por 17 personas. A punta de martillo y cincel este artista es el mayor exponente en su país de una corriente muralista muy original dentro de la que ya es considerado como uno de los artistas más influyentes por utilizar una técnica original que es la de grabar o esculpir rostros en los muros. A Vhils también le gusta ver envejecer sus grandes rostros sobre las paredes viejas, alega que “Cuando el mural va integrándose con las humedades, las grietas y la contaminación, la obra se completa”.



Vhils confiesa que "El proceso de creación suele ser un poco anárquico, depende de su relación con la ciudad. Pero siempre hay un paso que debe de seguir como realizar fotografías, retratos, diseñar para luego trasladarlo en la pared", sus obras van de Madrid a Bogotá, de Lisboa a Moscú, Río de Janeiro, Londres, Shanghái, Sídney, Hong Kong. Indiscutiblemente, las intervenciones de este artista portugués son apreciadas en diferentes puntos del planeta. Buen ejemplo de su obra es el trabajo realizado en una favela brasileña, Morro da Providencia, favela ya habituada a coquetear con grandes artistas y donde dejó grabados los rostros de algunos de sus habitantes esculpidos en muros de hormigón y placas metálicas, lo que despertó una enorme atención mediática.


Vhils realizó una gran exposición titulada Disección en la ciudad de Lisboa, ciudad que ya posee varias intervenciones suyas que por la fama que ha conquistado este artista , sin dudas, han reforzado su perfil turístico. El contenido de este catálogo indicaba el espíritu que este artista busca en cada intervención. Disección, diseccionar la ciudad, una especialidad entre la autopsia, la arqueología y la antropología que le permite "dibujar" rostros y palabras en las paredes como si de un muro de un templo sumerio se tratase, los dibujos compuestos por indefinibles  "capas"  sirven como metáfora que intentar reflejar la verdadera esencia de una ciudad, son hermosas cicatrices, todo siempre relacionados con el entorno urbano y su identidad, a través de la excavación de muros con métodos "no convencionales", que incluyen también el uso de explosivos. Un punto de inflexión en su carrera tuvo lugar en 2008, cuando participó en un proyecto junto a Banksy, la "gran estrella" del arte urbano a nivel internacional y que le hizo ser portada en varios medios por primera vez.



Vhils como muchos artistas urbanos ama y se inspira la ciudad, su principal motivación está en el hecho de poder humanizar los muros y paredes de las distintas urbes.



Este artista utilizar el ambiente urbano en sí mismo, para crear una parte de la obra e implicar a todas las personas que viven en ese mismo espacio para que ellos forme parte del entorno más que de la obra en sí. En estos últimos tiempos crea sus obras es a partir de materiales hallados in situ. Con su sorprendente y popular "arañando la superficie" trata de centrarse en “el acto de destrucción para crear".

El arte de Vhils se puede apreciar en su Instagram. @Vhils

viernes, 8 de mayo de 2020

Homenaje de Banksy al trabajo del personal sanitario



Enséñame un héroe y te escribiré una tragedia.
Francis Scott Fitzgerald


Game Changer es el nombre de la última obra de Banksy, un bonito y merecido homenaje al personal sanitario por su lucha contra el Covid-19. Y es un claro ejemplo, de cuando un gran artista tambien puede ser un gran ser humano.

Game Changer apareció por sorpresa en el hospital Southampton, Inglaterra, según la BBC. La creación en blanco y negro del famoso artista urbano representa un niño de rodillas, que juega con la figura de una superheroína: una enfermera con capa, máscara y un delantal con una cruz roja. En un recipiente, cerca del niño, se ven los muñecos de Batman y Spiderman, abandonados.




Junto a la obra, según la BBC, dejó una nota de agradecimiento a los sanitarios. La imagen fue publicada la noche del miércoles en su cuenta de Instagram y cuenta ya con casi dos millones de 'me gustas'.

Cuando termine el confinamiento, la obra será expuesta al público, y luego puesta a la venta en una subasta. Los fondos recaudados se destinarán al sistema de salud británico, el NHS, indicó una portavoz de Banksy. La obra que será subastada para recabar fondos para el sistema de salud del país, según informó Press Association. "Gracias por todo lo que hacen. Espero que esto ilumine un poco el lugar, aunque sea en blanco y negro", escribió el artista en una nota dirigida al personal del establecimiento.


Game Changer es unn gesto que hace, más grande si cabe, al genial artista

domingo, 3 de mayo de 2020

Martin Ron: un argentino a gran escala





Martín Ron es un muralista argentino nacido en Caseros, 13 de marzo de 1981, como artista urbano que se encuentra entre los mejores muralistas del mundo. Sus obras a gran escala a menudo superan los 50 metros de altura y se caracterizan por el estilo hiperrealista, que en muchas ocasiones derivan en el simbolismo y el surrealismo, como otros artistas no tiene una figura fetiche, su firma está en el uso de dibujo y una buena composición con colores fuertes, texturas y elementos de la vida cotidiana. 






Podemos observar también como en cada mural encontraremos una paleta distinta con nuevos colores, de estilos que se fusionan, diversos conceptos donde como se ha dicho antes, lo surreal y el simbolismo entra en juego y la cuadrícula se conjuga con lo figurativo,y todo se renuevan para construir un estilo propio bajo la firma de Ron, que cada vez mas formar parte de la ecología urbana de las distintas ciudades.





Martin Murales como también se le conoce, ha trabajado con la técnica del 3D, dándole más realismo a sus murales, uno de sus sellos personales es el uso de la cuadrícula que está presente en varios de sus murales. Como muchos otros artistas urbanos, también lleva su obra al lienzo usando este soporte de menor escala para la expresión de otro tipo de arte, donde se permite experimentar con muchos de los elementos que caracterizan sus obras y le permite conquistar otros espacios y exponer en galerías de Argentina e Inglaterra.



Martin Ron, estudió Gestión de arte y cultura en la Universidad Nacional de Tres de Febrero, lugar en el que luego se desempeñó como docente dictando cursos de Muralismo. Actualmente continúa desarrollando seminarios y talleres de manera independiente. También fue co-fundador del programa "Embellecimiento Urbano”, siendo el primero en pintar un mural de grandes dimensiones en el Barrio de Villa Urquiza (Buenos Aires) además participó en numerosas intervenciones en muchas estaciones del Metro de Buenos Aires.




Las fronteras para esta artistas se expanden desde los diversos barrios de la Ciudad Buenos Aires, otras provincias de Argentina donde se involucró con la cultura popular de las distintas barriadas para llegar a ciudades como Londres, Tallin, Moscu, Penang, Bristol, Miami, Santa cruz de Tenerife, Bremen, Glauchau en países como Alemania, Inglaterra, España, Estonia, EE UU y Malasia por nombrar algunos que ya se ha deleitado con sus obras.




Pintar para Martín Ron es un placebo, un paseo de vida, talento que desarrolló a muy temprana edad, ya que comenzó antes de los 10 años haciendo murales para amigos, en la calle, en el colegio, un talento que lo llevaría a estudiar arte en la Universidad Nacional de Tres de Febrero, lugar en el que luego se desempeñó como docente dictando cursos de Muralismo. Actualmente continúa desarrollando seminarios y talleres de manera independiente, viajar por el mundo y llevar su impronta y su arte con sus rasgos distintivos por las ciudades más importantes del planeta donde su distintos estilos realista dialogan  y se  hacen cercano a los viandantes y al entorno sin perder el carácter artístico de embellecer las calles con colores que alejan nuestras retinas de los tonos grises de las fachadas y el ruido visual de la publicidad.



Pueden seguir a este notable muralista a través de su IG @ronmuralist