Las calles de París como cualquier ciudad cosmopolita están
repletas de esa publicidad que como una eficaz herramienta estimulan los sentidos del privilegio y el
glamuroso consumo, pero también podemos
encontrar vallas intervenidas con imágenes que representan una crítica inteligente
y feroz al consumismo y la globalización.
Según reflexiones como
la del filósofo Zygmunt Bauman nos indica que uno de los efectos fundamentales de la posmodernidad es equiparar la
felicidad con la compra de artículos que se espera generen felicidad consiste
en eliminar la posibilidad de que este tipo de búsqueda de la felicidad llegue
algún día a su fin. Tal vez este sea uno de los motivos que inspiró a este artista llamado Ludo con su serie “co-branding”, que no es otra cosa que una propuesta marketing guerrilla donde la crítica al consumismo se muestra a través del uso de logotipos de reconocidas
marcas comerciales que superpone a sus collages que posteriormente instala en las marquesinas o vallas como si fuese su propia obra la que se comercializa.
Ludo es uno de los
artistas urbano parisino más renombrado en Europa. Sus obras son hibridaciones
que están estrechamente arraigadas y se siente muy cómodas en la ciudad luz, por lo
que no es común ver estas intervenciones en otras ciudades, lo que no indica que sea así porque estas intervenciones han formado parte de muchos festivales urbanos, de hecho, ciudades como Bogotá, Roma,
Berlín, Oslo, Shanghái, Tokio, Nueva York, Miami entre otras han sido
visitada por las obras monocromáticas de Ludo.
Hablar de las obras de
Ludo, es hablar de obras orgánicas, de seres si se quiere distópicos que arremeten contra eso que
nos rodea, incluyendo, nuestros anhelos, nuestros miedos y verdades ocultas. Estas intervenciones son seres híbridos en
blancos y negras, fríos y desiguales que se contrasta con un único color verde
fluorescente. Son collage que muestran la metamorfosis que sufren de insectos y
plantas con objetos
tecnológicos, armamentos y bienes de consumo, o podemos verlo simplemente como seres
fusionados que inquietos revelan una naturaleza en pie de lucha.
Ludo, suele ser llamado como "la venganza de la naturaleza". Se dice que este artista cuestiona el
reinado de la humanidad en la tierra y considera que esta perdió el rumbo y
sólo busca la muerte. Ya sea que esto sea cierto o no, lo seguro es, que este
es el leit motiv que lo mantiene
activo e insurrecto por las calles de parisinas. Ya sea en esténciles, paste up, camisetas, las ilustraciones
de insectos a manera de aterradoras armas, ilustraciones botánicas fundidas con
artefactos tecnológicos o dictadores emplazados en paradas de bus como productos
de consumo, es la huella que deja este artista para sorpresa de los viandantes.
Los murales en las
vallas examinan vínculos entre el mundo natural y animal, sobre todo, muestra a una sociedad
tecnológica que necesita ser montado y desmontado continuamente, no obstante, es importante decir que el lenguaje creativo de Ludo no está subordinado únicamente a la calle, sus ilustraciones
son muy apetecidas por las galerías y codiciada por todo aquel que desea llevar
un poco de esa rebeldía callejera a la sala de sus casas. Después de todo, la
distopía está hecha de la misma materia de la que están hechos los sueños y los
cuentos de hadas de una sociedad de consumidores. El dilema de las obras como
las realizadas por Ludo, es que de ser una crítica implacable contra la
sociedad de consumo, la misma sociedad la doméstica y la transforma en un
producto deseable y deseado, En definitiva, las obras de arte tienen eso, es decir, nos recuerda aquello que
nos rodea, aquello que se ama, lo que nos afecta y, también refleja nuestra
negación colectiva de nuestra quebradiza existencia.
Está claro, que las
intervenciones de Ludo expresa ese nihilismo urbano que sienten muchos
ciudadanos que estiman que los valores urbanos se han dejado de lado por el consumismo globalizado que propugnan la ausencia de convicciones cívicas
verdaderas. Ciertamente, este artista como muchos otros artistas urbanos es un
romántico con causa armado de una creatividad mordaz.
Los híbridos callejeros
y otras obras de este artista parisino se pueden apreciar en su Instagram como
@thisisludo.