sábado, 24 de noviembre de 2018

I❤CCS


ICCS 450 aniversario de Caracas.






Walter Benjamin nos dijo que lo más difícil o lo más importante en una ciudad no es aprender a orientarse, sino aprender a perderse… pero qué pasa si somos nosotros lo que perdemos a la ciudad.




La campaña ICCS realizado por la plataforma Taller de Bicicletas fue un homenaje a la Caracas que saca el pecho ante su peor momento socio- económico. Una ciudad que en su 450 aniversario poco a poco se detiene y se desconcha. Para nuestro propósito tomamos en cuenta que en 1977, el comisionado del departamento de comercio del estado de Nueva York, William S. Doyle, contrató a la agencia de publicidad Wells Rich Greene para desarrollar una campaña afectiva para mercadear al estado de NY. Doyle también reclutó a Milton Glaser, diseñador gráfico y creativo de esta campaña neoyorkina.



Actualmente, encontramos a una ciudad escasa de servicios, con un mobiliario urbano decrépito, calles lóbregas, mal iluminadas y desiertas como una mañana de domingo. Desde luego, podemos enumerar un desolador surtido de problemas que hacen de la ciudad que un momento fue el ejemplo de la modernidad urbana del siglo XX, ahora solo sea un monumento de un futurismo obsoleto. Alguien dijo que Caracas es hermosas por resultarnos siempre familiar y parecerse siempre a la de nuestros recuerdos, por ser una ciudad que no ha cambiado en los últimos veinte años.









Las intervenciones urbanas al estilo constructivistas sobre ajadas cabinas telefónicas se antojan como un acto de resistencia, entendiendo que el constructivismo es un producto de nuestra vida social y el uso del color como una expresión de rebeldía que nos acerca a la ciudad de nuestros apegos, sobre todo, porque el color más que una expresión, es un bien valioso, frágil y escaso que busca iluminar a la detenida mirada que se ha convertido en un ejercicio cultural de una ciudad que poco a poco ha perdido el don de la sorpresa.






Caracas siempre ha sido diligente, una urbe que se levanta temprano bajo el chillido de las guacamayas, una metrópolis asentada en un valle donde se acceder al pasado con toda tranquilidad, donde el presente se encuentra extrañamente irritado y el mañana aún no se vislumbra, es por ello, que el proyecto ICCS más que un homenaje a los 450 aniversarios de Caracas, es un sentimiento que se disfruta.

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