Valencia es una ciudad
mediterránea al sur de España y de allí es el Banksy español que es como muchos
conocen al artista urbano Escif, licenciado en Bellas Artes y especialista en
Arte Público por la Universidad Politécnica de Valencia como lo es Douglas Garcia quien
creo la plataforma creativa urbana Taller de Bicicletas en la ciudad de las paellas y las
horchatas para luego tráela a Caracas. Escif en un principio formó parte del colectivo urbano valenciano XLF, de cual se separaría para trabajar en tendem con la artista Hyuro.
Escif al igual que su
pareja la argentina Hyuro son los artistas urbanos más emblemáticos y
talentosos de la ciudad de Valencia. Ambos está sumergido en lo que se ha
llamado el arte social urbano, que los identifica como artivistas al estar sus
trabajos fundamentados en la crítica social tendiendo a una clara asimilación
política. Escif comenzó sus andaduras por las calles valenciana
a finales de los 90 donde aprovecha muros vetustos, estropeados y las fachadas
tapiadas los que recicla para establecer un diálogo con la calle, a la vez, como
espacio de investigación donde se cruza sus obras con la realidad, asimismo, al
usar paredes andrajosas se escabulle de la confrontación que representa las
intervenciones no permisadas en los espacios públicos.
Las intervenciones de
Escif son gráficamente simple, directas y de fácil lectura. El exiguo uso del color
en sus obras resalta y le da acento al mensaje y al sarcasmo que desea expresar
al viandante. Gracias al anonimato que mantiene este artivista recuerda y de
cierta manera lo asimila con Banksy. De hecho, participó en el largometraje
nominado
al Oscar a la mejor película documental Exit Through the Gift Shop, dedicado a
este artivista británico y que fue un reconocimiento internacional de su arte.
Las intervenciones de
Escif tuvieron una especial recepción durante lo que pasó a llamarse la
primavera valenciana que fueron una serie de protestas acontecidas lo largo del
mes de febrero de 2012 en la Comunidad Valenciana, con especial relevancia en
la ciudad de Valencia. Estas manifestaciones contra los recortes y la
devaluación de la enseñanza pública estuvieron respaldadas por el movimiento
estudiantil y que serían brutalmente reprimidas por las fuerzas policiales. Durante
estas manifestaciones, Escif se hizo presente con el dibujo a tres policías
golpeando un libro bajo el lema 'Educación para la ciudadanía’. Pero su
artivismo se ha extendido a diversos problemas de orden social, económico y cultural.
Según se desprende de
las escasas entrevistas que ha otorgado este artista urbano, sus intervenciones
no solo demanda situaciones sociales o económicas sino que también a la acción que
tiene el arte callejero sobre el viandante. Estimando, que si el arte de calle
no está aceptado de un todo por la sociedad, el arte callejero en tanto que también
arte, tiene el mismo derecho del uso de los espacios público al igual que lo
hace el mercado y la política que monopolizan la calle para su propio
beneficio. Escif entiende al arte como
la
acción, la creación continua como se fundamenta o define la teoría del caos. La intervención urbana es una
nueva forma ver las cosas, que trae consigo con su propio eco mediático, es la insurrección
bien entendida además de ser un compromiso social y político.
Definitivamente, las
intervenciones de Escif tienen una firma artística reconocible en toda la ciudad, estas obras
tienen un espacio de confort que se encuentra en el casco histórico de Valencia,
no obstante, sus intervenciones reivindicativas no se limita a esta ciudad, han
sido realizada en Londres, México, Berlín y Miami. Es importante, agregar que el
cantante irlandés Damien Rice encargó a Escif el arte de su nuevo disco, 'My
favourite faded fantasy'. Sus obras pueden apreciarse a través de Instagram.
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