viernes, 24 de julio de 2020

La insubordinación del graffiti en Nueva York





En su corta vida el arte urbano ha encontrado muchos aliados, que le ha ayudado a superar muchas adversidades. Mas que establecer a este arte como un acto de rebeldía, podríamos catalogarlo como una insubordinación artística. 

Recordemos que en la historia de esta expresión se ha tropezado con edictos como el emitido por la municipalidad de la ciudad de Nueva York en enero del 2008, cuando entró en vigencia una ley contra las pintadas callejeras, donde se penaliza a esos menores de 21 años que posean un bote de pintura en aerosol, lo que limitaba la venta de estos a la previa muestra del DNI. Lo que derivó a una andanada de protestas, en la que se encontraba la del diseñador de moda Marc Ecko, empresario que empezó a vendiendo camisetas a mediados de la década de 1980, antes de fundar su propia marca de ropa casual urbana, Eckō, en 1993. Cabe resaltar, que 2004 Marc Ecko Enterprises reportó ganancias que aproximadamente abordaron los mil millones de dólares por ventas internacionales. Ecko sería la voz principal de estos reclamos, alegando que el graffiti es “una fuente de inspiración y denuncia” y que “hay miles de chicos cuyas voces han sido acalladas de manera ilegal”.

Marc Ecko

“Un chico de 18 años puede comprar cigarrillos, votar,  alistarse en el ejército, pero no puede comprar un spray de pintura en Manhattan. Es estúpido”, señaló Ecko. Su denuncia provocó que un juez federal dejara sin efecto parte de la ley, la que impide comprar botes de pintura a los menores de 21 años

El promotor de la ley fue Peter Vallone, concejal por el barrio de Queens, acusó a su vez a Marc Ecko de que su interés pasaba por “promocionar su videojuego Getting up”, que está basado en el graffiti. “No se trata del proyecto de estudiantes de arte, sino de beneficios empresariales”, señaló en un comunicado, y culpó también al juego de enseñar a los niños “cómo cometer un crimen, mostrando las mejores formas de pintar y evitar a la policía”.


El graffiti fue acusado de ser usado por bandas callejeras hace algunas décadas (sobre todo en los años 70 y 80) para “marcar su territorio”. La ley pretendió evitar un regreso a esos tiempos, cuando las pintadas cubrían impunemente vagones de metro y edificios.

Metro de Nueva York en los 70.

Ecko sostuvo que “ningún funcionario público debería determinar qué es arte y qué basura”. Y se lamentó también de que “por todo el país los políticos aprueban leyes contra una de las formas de arte más reconocidas”. El diseñador ya tuvo un éxito judicial en agosto del año 2008, cuando la alcaldía intentó (y no pudo) suspender una “fiesta graffiti” que él mismo organizaba.

Ecko es el responsable de haber difundido en Internet un video en el que se veía cómo, supuestamente, había pintado el “Air Force One”, el avión presidencial de los Estados Unidos. Luego, se descubrió que fue una broma hecha con un Boeing 747 alquilado para tal fin.


Dentro de los aliados encontramos al Museo de Arte de Brooklyn que ha albergado distintas exposiciones sobre el graffiti, definiéndolo como parte de la historia cultural de la ciudad y una forma legítima y subversiva de comunicación pública.

En su manifestación moderna o contemporánea, el graffiti también ha tenido un espacio cada vez más prominente en galerías y museos del mundo en este siglo XXI. Por lo tanto, a parte del Museo de Brooklyn, encontramos muchos ejemplos como el Musée des Graffitis en París o el Urban Nation Museum en Berlín, también la Bienal de Venecia del 2001, contó con la participación de los artistas urbano norteamericanos Barry Mcgee, Stephen Powers y Todd James, también en la misma Bienal pero en 2009 tuvo la participación de Swoon y la Bienal del 2013 contaría con la presencia del arte urbano realizado en Venezuela. Pero también podemos encontrar otras instituciones y museos estadounidenses que han acogido el arte urbano como forma de representación artística, entre ellos el Museo de Arte Moderno (Moma), que adquirió para su colección una obra de la artista Swoon. Asimismo, en Nueva York, la galería Deitch Projects, en el barrio del Soho, representa a "artistas de la calle" como Swoon, Barry McGee, Jean-Michel Basquiat, Keith Haring y los brasileños Os Gemeos.


Barry McGee hizo de tag su expresión artística, a pesar de ser este muy molesto visualmente para la mayoría de la ciudadanía.

Los pioneros en llevar el graffiti de la calle a las galerías fueron los fundadores de espacios como Fashion Moda, en el Bronx, y Fun Gallery, en el barrio East Village, a finales de los años 70. Con una clara visión pero no sin algo de riesgo, estos galeristas exhibieron a artistas de la calle como Keith Haring que comenzaron a trabajar en lienzos y papeles de gran tamaño, acaso, como una forma de evadir el peso de la ley y dar longevidad a sus creaciones.


Patti Astor en el Fun Gallery.

Patti Astor abrió Fun Gallery, la primera galería de arte en East Village de Nueva York. De 1981 a 1985, esta galería fue el epicentro de la explosión cultural de principios de los 80 en el arte, donde la música y la danza se hizo presente. Los happening con FAB 5 Freddy a la cabeza eran muy común. Allí el punk rock del centro de la ciudad se encontró con el hip-hop de la zona alta. Los rockeros ingleses Clash y los Sex Pistols festejaron con Futura 2000 y la Rock Steady Crew. Artistas como Keith Haring y Kenny Scharf intercambiaron etiquetas museográfica con Dondi y Jean Michel Basquiat, mientras el legendario DJ Afrika Bambaataa amenizaba el espacio. Reconocidos coleccionistas, historiadores del arte y directores de museos se unieron a la fiesta.

Uno de los primeros coleccionistas de graffiti fue el marchante de arte Sidney Janis, entre cuya lista de artistas representados se encontraban Alberto Giacometti, Piet Mondrian y Jackson Pollock.

A principios de los 80, en su galería ubicada en la calle 57 de Manhattan, Janis y su hijo Carroll organizaron un par de exposiciones exitosas que catapultó al graffiti a ferias de arte y algunos museos de Europa. Tras la muerte de Janis, en 1999, sus hijos Carroll y Conrad donaron parte de su colección de graffiti al Museo de Brooklyn, que ahora la presenta esta muestra para resaltar algunas tendencias del género, como su inspiración en los cómics y  nuestra cultura urbana.

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Fuente: urbanizarte2017.blogspot.com /arte urbano o vandalismo

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