lunes, 27 de julio de 2020

El arte urbano: detrás de una denominación de origen





La revolución industrial se hace posible el espíritu de la ilustración en el ser humano, pero también el sentimiento de decadencia se hace presente, a partir de allí comenzaron las distintas rupturas entendidas como vanguardias que nos condujeron a la modernidad, luego vino la contemporaneidad y desde allí, se enhebró el activismo que consistía en la aplicación de las rupturas conseguidas en la modernidad, ahora mismo, nos debatimos entre la posmodernidad que busca la revisión de el proyecto y el trayecto de lo moderno y la sobremodernidad que es la modernidad que no tiene fin. 

Probablemente, el arte del graffiti forme parte de ambas, porque, a pesar de ser una propuesta reconocida a finales del siglo pasado por la historia del arte, desde sus inicios ha sido cuestionado y perseguido y aparentemente, lo seguirá siendo durante mucho tiempo, esto debido a que no todos entienden un tipo de arte que es plasmado en las paredes y muros de edificios y mientras para los activistas constituyen una dinámica que se adentra del micro-política del espacio público, para artistas y espectadores es la mejor manera de afear la ciudad, con algo hermoso digno de contemplar. Actualmente los murales, etiquetas, esténciles y carteles contemporáneos le dan paso a nuevas técnicas de diseño gráfico y otras técnicas muy propia de los movimientos artísticos modernistas del siglo pasado

El arte urbano al igual que el espacio público: es pasajero, diverso y está en constante evolución. En si mismo, forma parte del espacio del suceso que mediante variadas técnicas recrea al arte visual en aquellos lugares públicos, Por lo tanto, es un arte alejado pero no ajeno al contexto de los espacios museológicos donde habitan las artes tradicionales. Desde sus inicios el arte urbano, haciendo usos de distintas expresiones plásticas busca establecer nuevas relaciones para sorprender al espectador a través de mensajes que inviten a la reflexión, ya sea mediante el carácter lúdico y la ironía, la crítica política o social o la invitación subversiva.


El carácter rebelde contenido en el arte urbano ha sido influenciado en buena parte por las políticas revolucionarias europeas, las cuales a menudo utilizaban el esténcil para comunicar su propaganda. El artista francés Blek Le Rat, pionero da la técnica, en innumerables ocasiones ha manifestado que su trabajo a nivel conceptual es una prolongación del Pop art influenciado por el trabajo del artista Pop inglés David Hockney, así como también se vio afectado por las plantillas que se utilizaban los rebeldes en la Argelia francesa y el dictador Benito Mussolini para difundir su ideología fascista en Italia. Irónicamente, el esténcil también sería una gran herramienta para los movimientos anarquistas, antifascistas como el grupo de resistencia Rosa Blanca en la Alemania nazi, en el movimiento estudiantil de Mayo francés de 1968, asimismo, en los distintos movimientos de izquierdas en las universidades de latinoamericanas y los movimiento antisistema como el punk de los 70. 

Pero el graffiti como arte tal como lo conocemos hoy como un arte social mas que político, le hemos visto en el Berlin de mediado de los 60 y en el Metro de París y una década después en Nueva York y la ciudad de Filadelfia. 


Es bastante común que los artistas callejeros utilicen sus obras como herramienta a favor de la denuncia y reivindicación con la que cuestionan gráficamente la forma de vida y la política que impera en el mundo hoy en día. El racismo, la xenofobia, las injusticias, la igualdad de género, los muros físicos que separan las fronteras como el de Berlín, México o Palestina como los muros sociales, solidarizándose con la sociedad más débiles y desamparadas  como es la realidad de los refugiados, proclamando igualdades, le que le ha dado paso al artivismo que no es otra cosa que la de hacer política desde la realidad estéticas que ilustran el subconsciente urbano del siglo XXI .


Arte urbano, se ha nutrido de las etiquetas, esténciles, carteles y murales que se fueron consolidando específicamente en esa década de los 70, así lo encontramos registrado en muchos textos que tratan a esta expresión artística. Sin dejar de ser menos beligerante, actualmente el arte urbano contemporáneo ha buscado su pertinencia en el contexto donde se desarrolla, que es establece más en la convivencia que la apropiación, porque no es una cuestión de mentalidad, donde catalogamos a los detractores de graffiti de tener una mente abierta y progresista, el arte urbano debe cohabitar sin inquisiciones de ningunas de la partes, es el espíritu de los tiempo. Por lo que podríamos indicar que esta expresión paso a paso ha encontrado el tono, por lo que lo catalogaron como una de las revoluciones artísticas más grandes de finales del siglo XX. 

Durante las décadas que va de los 70 a los 90 esta corriente artística ha madurado a pesar que aun la catalogan no sin razón de vandalismo, a esas apropiaciones de espacios públicos por parte de las intervenciones chapuceras de algunos grafiteros. Desde luego, estos hechos le han otorgado un mal nombre a una expresión artística que ha seguido la evolución lógica de un arte que por décadas, se nutrió de su propia identidad y de los espacios públicos hasta que se le otorgó, a mediados de los años 90 del siglo pasado y este nuevo siglo, el término street art (arte urbano o arte callejero).


La historia del arte urbano es tan reciente que todavía es posible manosearlo, por lo tanto, aún, no es posible definir completamente el arte callejero, esto se debe a que su naturaleza dinámica lo vuelve imposible de delimitar. Es bastante común que, la gente joven inspirados en su entorno urbano y al carácter irreverente que es una forma democrática del arte público popular, le den rienda suelta a su expresividad que por ser popular le dado mucho juego al arte, un arte que no se limita a museos y galerías por ser un arte más testimonial que patrimonial, que en muchos casos no es fácilmente recolectado o coleccionado. Aun las galerías que comercian con el arte urbano, tratan de dotar de reconocimiento y de un carácter más permanente, para poder apresar a esta efímera y amórfica expresión artística, lo mismo sucede con la denominación de origen homologada por la historia del arte, aunque muchos coincidimos que cuando esta expresión tenga una historia oficial, perderá la locura que lo convierte en magia


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